Contratos laborales

Contratos laborales para tatuadores y piercers: Qué debes saber antes de empezar como autónomo

No nos engañemos: en la inmensa mayoría de los casos, los estudios de tatuajes no ofrecen contratos laborales formales. En lugar de eso, suelen exigir que el tatuador o piercer sea autónomo, aunque luego estén trabajando en el estudio todo el día. Esta situación, aunque común, puede generar muchas incertidumbres y problemas si no se gestionan de forma correcta. La clave para protegerte es proponer que las condiciones de trabajo queden por escrito, aunque te dé miedo que el estudio te mande «a la mierda» por preguntar.

Aquí te damos algunos consejos sobre cómo afrontar esta situación y qué debes saber antes de aceptar un acuerdo sin contrato formal.


1. El estudio te pedirá que seas autónomo, pero… ¿qué implica eso realmente?

Ser autónomo significa que tú mismo te harás cargo de tus impuestos, Seguridad Social y cualquier otro gasto relacionado con tu actividad profesional. Aunque puede sonar bien tener más independencia, muchos estudios imponen horarios y normas que no reflejan esa «independencia» que se asume al ser autónomo. Básicamente, podrías acabar siendo tratado como un empleado, pero sin ninguno de los derechos que conlleva.

Consejo: Antes de aceptar, pregunta con claridad qué expectativas tiene el estudio respecto a tu horario, días de trabajo y disponibilidad. Aunque te pidan ser autónomo, las reglas del juego deben estar claras desde el principio, y lo ideal sería tenerlas por escrito.


2. Propón un acuerdo por escrito, aunque te dé miedo la reacción

Es común que muchos tatuadores y piercers sientan miedo de pedirle al estudio que formalicen por escrito las condiciones de trabajo, por temor a una mala reacción o incluso a perder la oportunidad. Sin embargo, este paso es fundamental para evitar futuros malentendidos o problemas. Si el estudio te va a exigir estar todo el día disponible, sería justo que esos compromisos y expectativas estén reflejados de alguna forma, aunque sea un acuerdo sencillo.

Consejo: No tienes que pedir un contrato laboral como tal, pero sí puedes proponer que las condiciones básicas, como los días de trabajo, horas y comisiones, queden reflejadas por escrito. Puedes presentarlo como algo que beneficia a ambas partes, para evitar malentendidos en el futuro.


3. Comisiones y pago: ¿Qué porcentaje te corresponde?

Uno de los puntos más importantes que debes tener claro es el tema de las comisiones. Como autónomo, es probable que no recibas un salario fijo, sino que te paguen un porcentaje por cada tatuaje o piercing que hagas. Pero, ¿qué porcentaje te corresponde? ¿Incluye materiales? ¿Cómo se gestionan las propinas?

Consejo: Pregunta claramente qué porcentaje te corresponde y asegúrate de que todo esté especificado por escrito. No temas negociar un porcentaje justo y razonable, y verifica si ese porcentaje incluye materiales o si tendrás que cubrir esos gastos por tu cuenta.


4. Horarios y disponibilidad: ¿Independiente o empleado encubierto?

Muchos estudios quieren que los tatuadores o piercers estén disponibles todo el día, pero no ofrecen los beneficios de un contrato formal. Como autónomo, tienes derecho a gestionar tu propio tiempo, pero si te imponen horarios estrictos, es importante que esto también quede claro. Si te están pidiendo estar disponible todo el tiempo, sin flexibilidad, se están aprovechando de tu situación.

Consejo: Si el estudio te exige horarios estrictos, sería razonable que estas condiciones estén escritas. Proponer un acuerdo no te hace menos profesional; de hecho, muestra que valoras tu tiempo y tu trabajo.


5. Derechos sobre tus diseños y trabajos

Aunque trabajes en un estudio, los diseños y tatuajes que realices son fruto de tu creatividad. Es importante que tengas claro quién posee los derechos sobre las imágenes y trabajos que realizas. Algunos estudios podrían intentar reclamar esos derechos, o no permitirte usar las fotos para tu portafolio personal.

Consejo: Asegúrate de que tienes derecho a usar tus fotos y trabajos para tu portafolio personal y redes sociales. También puedes proponer un acuerdo en el que se aclare si el estudio utilizará tus imágenes y cómo te acreditarán.


6. Seguros y responsabilidad

Cuando trabajas como autónomo, eres responsable de ti mismo, lo que incluye cualquier seguro que puedas necesitar para protegerte a ti y a tus clientes. Si un cliente tiene una reacción adversa o surge algún problema durante un procedimiento, tú serás el responsable. Pregunta si el estudio tiene algún tipo de seguro que te cubra o si debes contratar uno por tu cuenta.

Consejo: Antes de aceptar cualquier oferta, asegúrate de saber si necesitarás un seguro de responsabilidad civil. Si el estudio no lo cubre, sería una inversión inteligente obtenerlo por tu cuenta para evitar problemas futuros.


7. Normativa de higiene y seguridad: ¿Quién es responsable?

El cumplimiento de las normativas higiénico-sanitarias es obligatorio para cualquier estudio de tatuajes, pero cuando trabajas como autónomo, es importante saber quién es responsable de seguir y supervisar estos protocolos. Si el estudio no cumple con las normas, tú también podrías verte afectado.

Consejo: Pregunta al estudio cómo manejan las inspecciones y la normativa de higiene. Aunque trabajes como autónomo, estás trabajando dentro de su espacio, por lo que es crucial que te asegures de que todo se está haciendo de manera legal y segura.


Conclusión

Aunque la realidad en la mayoría de estudios de tatuajes es que no ofrecen contratos formales y simplemente te piden ser autónomo, eso no significa que no puedas proponer poner por escrito las condiciones básicas. Protegerte legalmente no es un capricho, es una necesidad, y tener un acuerdo por escrito puede evitar muchos problemas a largo plazo. No tengas miedo de preguntar y de buscar claridad en las condiciones de trabajo; es una señal de profesionalismo y respeto hacia tu carrera.

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